EL MAESTRO

Nací en el instante en que surgió una pregunta de la boca de un niño. He sido muchas personas en muchos lugares. Soy Sócrates animando a los jóvenes de Atenas a descubrir nuevas ideas a través de las preguntas. Soy Anne Sullivan horadando los secretos del universo para ponerlos en la mano extendida de Helen Keller. Soy Aesop y Hans Christian Andersen revelando la verdad por medio de innumerables narraciones. Soy Marva Collins peleando por el derecho de todos los niños a la educación. Soy Mary McCleod Bethune edificando una gran universidad para mi pueblo, usando cajones vacíos de naranjas como pupitres. Soy Bel Kaufman luchando para ir en contra de la corriente. Los nombres de quienes practicaron mi profesión han ganado el reconocimiento de la humanidad… Booker T. Washington, Buda, Confusio, Ralph Waldo Emerson, Leo Buscaglia, Moisés y Jesús. Soy también aquellos cuyos nombres y rostros se han olvidado hace mucho tiempo, pero cuyas lecciones y carácter se recordarán siempre en los logros de sus alumnos.



He llorado de alegría en las bodas de los antiguos alumnos, he reído con regocijo en el nacimiento de sus hijos, y he permanecido con la cabeza inclinada por el dolor y la confusión en las tumbas cavadas demasiado pronto para cuerpos demasiado jóvenes. En el transcurso de un día se me ha pedido ser actor, amigo, enfermero y médico, entrenador, hallador de objetos perdidos, prestamista, chofer de taxi, psicólogo, padre sustituto, vendedor, político y defensor de la fe. Dejando a un lado los mapas, planos, fórmulas, verbos, historias y libros, no he tenido en realidad nada qué enseñar porque mis estudiantes han aprendido por sí mismos y sé que se necesita el mundo entero para decirte quién eres.



Soy una paradoja. Hablo más alto cuando escucho más. Mis más grandes regalos son lo que quiero recibir, agradecidamente, de mis alumnos. La riqueza material no es una de mis metas, pero soy un buscador de tesoros de tiempo completo, en mi búsqueda de nuevas oportunidades para que mis estudiantes puedan usar sus talentos, en mi constante búsqueda de esos talentos que a veces yacen enterrados en la autoderrota.



Soy el más afortunado de todos quienes trabajan. A un médico se le permite traer una vida en un momento mágico. A mí se me permite que esa vida renazca día a a día con nuevas preguntas, ideas y amistades. Un arquitecto sabe que si construye con cuidado, su estructura puede permanecer por siglos. Un maestro sabe que si construye con amor y verdad, lo que construya durará para siempre. Soy un guerrero que batalla diariamente contra la presión de los amigos, de la negatividad, del temor, de la conformidad, de los prejuicios, de la ignorancia y de la apatía. Pero tengo grandes aliados: la inteligencia, la curiosidad, el apoyo de los padres, la individualidad, la creatividad, la fe, el amor y la risa, todos ellos me ayudan a levantar mi bandera con su apoyo insuperable.


Y de esa manera tengo un pasado rico en recuerdos. Tengo un presente desafiante lleno de aventuras y entretenimiento, porque se me permite emplear mis días en el futuro. Soy un maestro… y doy gracias a Dios por eso todos los días.


Autor: -John W. Schlatter-

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Friday, August 15, 2014

Definiendo la cátedra de la paz. El objetivo es crear un espacio para el aprendizaje, la reflexión y el diálogo

Las cicatrices de la guerra están marcadas en la memoria de miles de niños reclutados durante el conflicto armado colombiano: “En el entrenamiento, la primera arma que te dan es la parte del cuerpo de un muerto, para que te acostumbres a su olor. A mí lo primero que me dieron fue una cabeza. A uno le tocaba un brazo, al otro una pierna”. Testimonios similares, de niños anónimos que han cruzado la senda de la guerra, están escritos en libros e investigaciones académicas. Este último apareció en uno de los últimos informes del Centro de Memoria Histórica: Como corderos entre lobos.
Como el protagonista de esta historia, otros 18.000 niños, niñas y adolescentes, aproximadamente, forman o formaron parte de las guerras en Colombia. Sus casos recuerdan una vez más que hay una ligazón entre conflicto armado y niñez, asunto que comienza a ser evidente en el marco de las negociaciones de paz.
Hace poco se consolidó una propuesta que da algunas luces sobre la forma en que la paz podría llegar a ser un tema más tangible en la vida de los niños. Se trata de la Ley 174 de 2014, que obliga a las instituciones educativas (desde preescolar hasta educación superior) a implementar una “cátedra de la paz”. El objetivo es “consolidar un espacio para el aprendizaje, la reflexión y el diálogo sobre la cultura de la paz y el desarrollo sostenible”. El Congreso la aprobó en junio pasado y estableció que en seis meses deberían estar listos los lineamientos para implementarla en todos los centros educativos.
El Ministerio de Educación definirá el presupuesto y la orientación pedagógica de la cátedra, y aunque el proyecto es aún incipiente, ya hay unos avances en la implementación del programa.
Una de las conclusiones a las que ha llegado el Gobierno es que la cátedra no puede ser solamente una asignatura teórica: “No se puede caer en el error de pensar que sólo con obtener conocimientos los estudiantes desarrollarán capacidades que les permitan respetar y solidarizarse con los otros y dirimir situaciones conflictivas de manera pacífica. El aprendizaje de las competencias ciudadanas sólo se consolida tras la experiencia repetida y consistente en todos los espacios de interacción”.
Pese a que el Ministerio admite que aún no ha dialogado con los establecimientos educativos del país para consolidar la propuesta, tiene planeado promover jornadas de discusión con las secretarías de Educación para que esta idea se sume a los esfuerzos que han venido adelantándose en algunos lugares del país en materia de convivencia y paz. De hecho, el Gobierno busca que la cátedra sea un elemento complementario de la Ley General de Educación, del Sistema Nacional de Convivencia Escolar y la Ley de Víctimas.

Un debate nacional

Mientras el Gobierno estructura la cátedra de la paz, en universidades y secretarías de Educación se ha planteado la discusión sobre cómo se debe articular esta idea con los programas académicos.
En Bogotá, el secretario de Educación, Óscar Sánchez, ha propuesto crear “zonas de reserva educativa” donde exista un régimen especial de educación, teniendo en cuenta que en Colombia casi el 100% de los guerrilleros, paramilitares y soldados profesionales salen de las áreas rurales de 140 municipios. “En estas zonas, el maestro debería llegar al colegio en enero; si está de buenas llega en agosto o septiembre. Los niños no tienen transporte, deben caminar por horas; no hay internet ni infraestructura, no hay alimentación escolar. La deserción en estos lugares alcanza el 80% en grados como noveno o décimo”, dice.
Sánchez cree, además, que se debe poner sobre la mesa el debate acerca de qué ocurrirá con la educación de los excombatientes, así como la necesidad de integrar esta cátedra con el concepto de reparación contenido en la Ley de Víctimas.
Por otro lado, el rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla, considera que otras instituciones de educación superior deben seguir el camino de la que dirige: “Hemos implementado cátedras abiertas que se hacen los fines de semana y se transmiten en otras ciudades. Son 12 conferencias de cuatro horas con expertos internacionales. La cátedra nunca está a cargo de una sola persona, porque la paz es un tema en donde no hay verdades, sino muchos puntos de vista. Si otras universidades adoptan esta estrategia, el tema del posconflicto podría estar al alcance de todos los ciudadanos”.
Una postura diferente es la de Juan Luis Mejía Arango, rector de la Universidad Eafit, de Medellín: “La cátedra de la paz es un imperativo ético para todos los que estamos en la academia. Desde la Constitución del 91, las universidades tenemos que impartir la asignatura de Constitución y Democracia. Dentro de esta cátedra está un eje fundamental: la construcción del concepto del derecho a la paz. Una acción inmediata debe ser ahondar en este concepto, desde los currículos que tenemos las instituciones”.
Otro punto central que ha surgido en el debate es lo que ocurrirá con la educación para los desmovilizados. Para la secretaria de Educación de Bolívar, Carmen García, “la preparación para la reconciliación no se puede reducir a la escuela. La inclusión de excombatientes es fundamental. La sociedad civil no está preparada para una reconciliación con los excombatientes, incluso con los paramilitares. La cátedra debe tener en cuenta todos estos actores. De hecho, los empresarios tienen que entrar a participar en la estructuración del programa. El empleo, al igual que la educación, hace parte del bienestar de la sociedad civil”.
Finalmente será el Ministerio de Educación el que decida el rumbo de la cátedra de la paz. Por ahora, el Centro de Memoria Histórica no se cansa de advertir sobre los efectos psicológicos de la guerra en los niños y ha descrito juiciosamente cómo el conflicto les genera despersonalización y deshumanización. La guerra los desprende del miedo, la nostalgia, la vergüenza, el pudor, la duda, pero también de todo sentido de la autopreservación. Bloquea el proceso de desarrollo, sustituye la estructura moral por la antimoral. “Es un entrenamiento que alcanza su máxima expresión cuando se aprende a violentar sin límite, sin que la acción atente contra la integridad de la consciencia”, concluyen sus informes.
Tomado de El Espectador, 9 de agosto de 2014, http://www.elespectador.com/noticias/educacion/definiendo-catedra-de-paz-articulo-509609

"Queremos medir las competencias para la vida"

A partir del próximo 3 de agosto los estudiantes colombianos que presenten las pruebas Saber 11° se enfrentarán a un reto nuevo: responder preguntas abiertas. La directora encargada del Icfes y actual viceministra de Educación Superior, Patricia Fernández Barrios, explica por qué cambió la tradicional prueba con que se mide la calidad de los estudiantes colombianos.
¿Por qué cambiaron las pruebas de Estado?
Las novedades se incluyen con el propósito de consolidar el Sistema Nacional de Evaluación Estandarizada, alinear las evaluaciones en los diferentes niveles, incluir nuevos formatos de pregunta como la pregunta abierta, y mejorar la medición de la calidad de la educación en el país.
¿Cuáles son las principales novedades?
Desde la prueba del 3 de agosto los estudiantes verán en su examen preguntas abiertas con las que se evaluará la capacidad del estudiante para construir su propia respuesta. Se evaluarán cinco áreas: lectura crítica, matemáticas, sociales y ciudadanas, ciencias naturales e inglés. Se añade una prueba de competencias ciudadanas para indagar qué conocimientos y habilidades tienen los estudiantes para participar activamente en la sociedad y ejercer la ciudadanía. El examen tendrá 243 preguntas. El estudiante recibirá un puntaje global del examen en el rango de 0 a 500.
¿Esto qué va a significar para los rectores, maestros y estudiantes?
Con la inclusión de las novedades, Saber 11° brindará a los rectores, maestros y estudiantes mejores herramientas para lograr más calidad en la educación. Una mejor evaluación permite tener información más confiable para la toma de decisiones en materia de política pública y estrategias educativas que impulsen sustancialmente la calidad de la educación que queremos y necesitamos todos los colombianos.
¿De qué manera la nueva prueba va en la misma vía de las pruebas Pisa?
Las pruebas Pisa y las pruebas nacionales que aplica el Icfes comparten el interés de medir las competencias de los estudiantes para la vida. En nuestro caso, las denominamos competencias genéricas y corresponden a lo que nuestros estudiantes deben saber y cómo usan ese saber en diversos contextos para solucionar situaciones específicas de acuerdo con estándares internacionales y el perfil de competencias del siglo XXI. La inserción de las preguntas abiertas forma parte de la alineación de las pruebas nacionales con las internacionales.
¿Qué implica la inclusión de preguntas abiertas? ¿Quién corrige la prueba y cómo evitar la subjetividad en la puntuación?
Incluir la pregunta abierta en Saber 11° representa un gran reto para el Icfes, que ya lo ha venido desarrollando en las pruebas Saber Pro. La pregunta abierta busca evaluar habilidades cognitivas o competencias que no se pueden evaluar a través de preguntas cerradas. Para su calificación se utiliza un gran número de codificadores que trabajan en línea y que clasifican las respuestas de acuerdo con las tablas previamente definidas para cada pregunta. La objetividad de la codificación se garantiza haciendo dobles codificaciones y con revisiones muestrales por parte de los expertos.
En los últimos años ciertas empresas se especializaron en enseñar a los estudiantes a responder las pruebas. Los alumnos que podían pagar estos cursos lograban mejores resultados. ¿Este examen puede ser fácilmente copiada por estas empresas?
La mejor preparación para las pruebas es una educación de calidad desde temprana edad. Publicar el cuadernillo hace que todos los interesados tengan la oportunidad de llevarlo en sus manos, aprender a manipularlo y llegar el día del examen con más seguridad de contestar las preguntas y demostrar sus competencias; insisto: esta es una verdadera democratización de las oportunidades de preparación.
Un reclamo de comunidades indígenas y afros ha sido que se diseñe una prueba acorde con sus realidades culturales.
Saber 11° es un examen de Estado reglamentado por la ley de normatividad vigente. Su propósito es dar cuenta de la formación de todos los estudiantes por igual, según los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional para el país. Como tal, indaga por la información sobre la calidad de la educación en todas las regiones, para todos los colegios y sectores sociales de Colombia. La evaluación de las competencias genéricas se refiere a evaluar lo básico, sin distingo de procedencia étnica, racial, etc.
Existen colegios que hacen un gran énfasis en preparar a sus alumnos para la prueba. ¿Esto le parece positivo o lo ve como un problema?
Como lo mencioné anteriormente, la mejor preparación es una educación de calidad.
¿Cree que el examen puede ser el único criterio de admisión para las universidades públicas?
Saber 11° es un examen de Estado y, por su carácter, los estudios han demostrado que es predictor, en buena parte, del éxito académico del estudiante en la educación superior; por ello, muchas instituciones de educación superior lo usan como un criterio de selección. Pero ciertamente no es el único. La autonomía universitaria les da la oportunidad a las instituciones de educación superior de incluir instrumentos dentro de sus procesos, como pruebas adicionales de personalidad, otras específicas en ciertas áreas del conocimiento según el programa académico, entrevistas, entre otros.
Tomado de El Espectador, 19 de julio de 2014, http://www.elespectador.com/noticias/educacion/queremos-medir-competencias-vida-articulo-505412

Plan para mejorar universidades

En los próximos cuatro años, siguiendo los planes del empresario, se crearán 40.000 becas para estudiantes y profesores. Durante el encuentro quedó establecido que el 30% de los recursos se destinará a fomentar la investigación en las universidades iberoamericanas. El 30% restante, dijo Botín, “se utilizará para apoyar proyectos académicos e iniciativas destinadas a la modernización e incorporación de nuevas tecnologías en las universidades”. Según Botín, 240 millones irán directamente a España.
El anuncio no está al margen de las discusiones que se presentaron durante el Tercer Encuentro Internacional de Rectores en Río de Janeiro. Allí, 1.103 rectores provenientes de 33 países hablaron sobre la importancia de las becas, la alfabetización digital y el aumento del presupuesto por parte de los diferentes estados. De hecho, después de 12 horas de debate, los rectores elaboraron la Carta Universitaria Río 2014, que recoge los compromisos de las instituciones de educación superior que están en la red Universia, creada por el Banco Santander.
La carta, que será presentada a los gobiernos de Iberoamérica en los próximos días, señala diez compromisos específicos. Entre ellos figura consolidar el espacio iberoamericano del conocimiento, comprometerse con la responsabilidad social y ambiental, mejorar la información sobre las universidades iberoamericanas, mejorar la atención a las expectativas de los estudiantes y garantizar la formación continua del profesorado, entre otros.
Uno de los objetivos inmediatos consiste en mejorar la movilidad universitaria. De acuerdo con la carta, el espacio iberoamericano del conocimiento “requiere un fuerte compromiso intergubernamental”.
Por parte de las instituciones, es importante que eliminen “los obstáculos administrativos, presupuestales y académicos” que impiden la celebración de acuerdos y convenios con otras universidades del mundo”.
Los rectores hicieron un llamado para que las universidades se adapten cuanto antes al mundo digital: “La cooperación interuniversitaria resulta conveniente para promover iniciativas orientadas a la investigación y el desarrollo de modelos de soporte y elaboración de contenidos educativos digitales”.
Tomado de El Espectador, 30 de Julio de 2014, http://www.elespectador.com/noticias/educacion/plan-mejorar-universidades-articulo-507512

Los pilares de la Política de Educación Superior con miras a 2034

Con la presencia de la ministra de Educación, María Fernanda Campo, el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) presenta al país su propuesta de Política Pública de Educación Superior. 
Para los próximos 20 años, la educación superior en Colombia deberá ser uno de los pilares fundamentales por los que se construiría una sociedad en paz con justicia, cultura, democracia, inclusión, prosperidad y competitividad.
Esta es la visión a la que le apunta el CESU, conformado por 16 consejeros, para dar a conocer su propuesta de lineamientos de política para la excelencia de la educación superior en el país, construida con el aporte de sectores sociales y académicos.
El 'Acuerdo por lo Superior 2034: propuesta de Política Pública para la excelencia de la educación superior en Colombia' está compuesto por 10 apuestas, estructuradas en 136 lineamientos, encaminados a proyectar el sistema de educación superior a largo plazo, con el objetivo de generar las mismas oportunidades de acceso a los ciudadanos y ser flexible, incluyente, con calidad y soportado en una institucionalidad que garantice la armonía del sistema, su coherencia, sostenibilidad, organización y control.
En cada una de las dimensiones, la propuesta incluye una mirada de contexto, los problemas nodales y los posibles cursos de acción.

Educación inclusiva

La primera gran apuesta se define como la exigencia de que la educación superior sea un derecho de todo grupo poblacional, lo cual incorpora tres procesos: acceso al estudio de todo interesado, cobertura acogiendo a quienes la buscan y atendiendo a quienes ingresan y reconocimiento de la diversidad para quienes permanezcan.
Este punto abarca problemas nodales en ubicación, índices de pobreza, propuestas académicas insuficientes, migración de jóvenes rurales a las zonas urbanas, rigidez de procesos curriculares y acompañamiento académico insuficiente, entre otros.
Para resolver estos problemas, el CESU propone, por ejemplo, la implementación de servicios de apoyo pedagógico y tutorías, estrategias en pro del respeto de las diferencias, formación docente inclusiva y un sistema de evaluación de políticas inclusivas.

Calidad y pertinencia

El sistema colombiano de educación superior es diverso institucionalmente, pues incluye la educación superior pública y privada en sus diferentes niveles (universitario, técnico, tecnológico, instituciones universitarias), modalidades (presencial, mixta y a distancia) y tipos de orientación.
A pesar del esfuerzo por asegurar un Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC), existen dificultades en las que se destaca la necesidad urgente de que las instituciones de educación superior (IES) adopten prácticas de mejoramiento continuo o incorporen criterios de internacionalización a su autoevaluación.
La apuesta es por fortalecer estos mecanismos de evaluación y control, permitiendo que se avance en aseguramiento de la calidad desde preescolar hasta la educación superior y que en estos procesos también existan capacidades y responsabilidades de los entes departamentales y distritales. Es decir, que se avance hacia un sistema desconcentrando.

Investigación

La dimensión de ciencia, tecnología e innovación (CTI) busca generar estrategias para darle forma al sistema nacional, articulando la educación superior a los demás actores y definiendo los instrumentos y la institucionalidad para la regionalización.
Según el CESU, la educación superior fundamenta su misión formativa y su compromiso con la sociedad, en tanto genera, transmite, crea y retroalimenta conocimiento en distintos campos del saber y desde distintas perspectivas.
Por tal motivo, se proponen lineamientos como la conformación de una unidad del Ministerio de Educación Nacional que gestione y oriente los temas de CTI.
Dicha entidad sería la encargada de establecer y financiar laboratorios estatales y centros de investigación y fomentar la interacción en este campo.

Propuesta financiera

La sostenibilidad es un factor clave de política pública, ya que los recursos se deben orientar a que más colombianos tengan la oportunidad de acceso al conocimiento, a la ciencia, a la tecnología y a la cultura, mediante el sistema de educación superior de calidad.
Frente a problemáticas de inflexibilidad, insuficiencia e inequidad regional en el sistema de financiación de la educación superior, sobresale la ausencia de instrumentos para sobrellevar las nuevas cargas tributarias y para afrontar los retos que impliquen garantizar una oferta con inequidad en distribución de recursos.
Es importante que el Estado haga una mayor inversión ante la demanda creciente y que le apueste a inclusión social, calidad y pertinencia, así como a buscar otras fuentes fijas de destinación específica, a fortalecer los apoyos estudiantiles y a abordar el tema de regalías como una política complementaria de financiación en proyectos estratégicos y fortalecimiento del capital social.
Hay que tomar en cuenta que del total de los 25 billones de pesos que recibió el sector educativo del presupuesto general en 2013, 3,3 billones fueron destinados a la educación superior (75,8 % a universidades oficiales, 15,2 % a instituciones de educación superior que son establecimientos públicos, 7,6 % para el ICETEX, 1,1 % en recursos para inversión y 0,2 % en otras transferencias de ley).
Lo que los lineamientos proponen es doblar la cobertura con calidad al año 2034, lo cual implicará una gran inversión y una acción sostenida del Estado que garantice el avance en visión, misión, objetivos y metas.
Las demás apuestas que contiene este Acuerdo por lo Superior 2034 se refieren a regionalización, articulación de la educación media con la superior, formación para el trabajo, desarrollo humano, comunidad universitaria, bienestar, nuevas modalidades educativas, internacionalización y estructura y gobernanza del sistema.
Obviamente esta propuesta del CESU no puede reflejar un acuerdo pleno de todos los actores, pero constituye un buen punto de partida para organizar la discusión en la comunidad académica, construir consensos y precisar las hojas de ruta para consolidar el sistema en un escenario de paz.

¿Quiénes conforman el CESU?

El Consejo Nacional de Educación Superior (CESU) es el máximo órgano asesor del Gobierno en educación superior, fue creado conforme la Ley 30 de 1992 e incluye a todas las IES, tanto públicas como privadas.
Entre los integrantes, se encuentra el ministro de Educación de turno (quien lo preside), el jefe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el rector de la Universidad Nacional de Colombia, el director del Fondo Colombiano de Investigaciones Científicas y Proyectos Especiales "Francisco José de Caldas" de Colciencias, un rector de una universidad estatal u oficial, dos rectores de universidades privadas y un rector de universidad de economía solidaria.
También lo integran un rector de una institución universitaria o escuela tecnológica, estatal u oficial; un rector de institución técnica profesional, estatal u oficial; dos representantes del sector productivo; un representante de la comunidad académica, de una universidad estatal u oficial; un profesor universitario; un estudiante de los últimos años de universidad; y el director del ICFES (Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación), quien tiene voz pero no voto.
Tomado de El Espectador, 4 de agosto de 2014, http://www.elespectador.com/noticias/educacion/los-pilares-de-politica-de-educacion-superior-miras-203-articulo-508536

Revolcón en educación propone más formación técnica que universitaria

El Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), órgano consultivo del Gobierno en el sector, propuso este lunes una transformación de la educación superior que contempla temas como formación acorde con el sector productivo, que solo haya programas universitarios, técnicos y tecnológicos, y un fuerte aumento en el presupuesto.

La propuesta se diseñó, según los voceros del Cesu, para ser aplicada en un eventual escenario de posconflicto y propende a una mayor integración en el sistema educativo de las regiones y a involucrar tanto a las víctimas como a los victimarios. (Lea aquí: 'Hay distancias con los acuerdos de educación superior': representante de los estudiantes)

La ministra de Educación, María Fernanda Campo, destacó además que en 20 años la cobertura llegará al 84 por ciento de la población.

El documento fue presentado en la mañana, y por la tarde lo entregaron al presidente Juan Manuel Santos, para quien la propuesta permitirá hacer “realidad nuestro sueño de que Colombia sea la nación más educada de la región”.

“Nuestro compromiso es, y seguirá siendo, el fortalecimiento de la educación pública. Hoy tenemos una visión compartida sobre cuál debe ser la educación superior de calidad que requiere Colombia”, expresó el mandatario.

El documento Acuerdo por lo Superior 2034, como se llama, tiene diez ejes temáticos y 136 propuestas para que sean aplicadas por los próximos cinco gobiernos.

En la elaboración participaron representantes del Gobierno, rectores de las universidades públicas y privadas, profesores, el sector productivo y los estudiantes.
Los 4 puntos claves de la propuesta
1. Formación acorde con el sector productivo
El Acuerdo por lo Superior propone fortalecer el actual Marco Nacional para las Cualificaciones como el órgano encargado de clasificar y estructurar las competencias, habilidades y conocimientos de los estudiantes, para que sean acordes con las demandas del sector productivo del país.

En estos momentos hay en marcha un piloto de este Marco en cuatro formaciones: tecnologías de la información y las telecomunicaciones, agricultura, minería y turismo.

En la línea de lograr formación más pertinente, el Cesu propone que se fomente más la formación técnica y tecnológica que la universitaria. De hecho, esperan que para el 2034 se revierta la matrícula y proyectan que para el 2034 el 65 por ciento de los estudiantes de educación superior hagan parte de programas técnicos y tecnológicos, mientras que el 35 por ciento continuarían con un enfoque universitario.
2. Aumento presupuestal alcanzaría los 38 billones de pesos en el 2034
El Acuerdo considera indispensable un aumento escalonado y sostenido para lograr mayor cobertura y calidad de la formación, y fomentar la innovación, la ciencia y la tecnología.

Propone que en el próximo Plan Nacional de Desarrollo se aumente en 6 billones de pesos el presupuesto, valor que deberá incrementarse progresivamente, hasta alcanzar los 38 billones en el 2034. La idea es que para ese año se inviertan 2 puntos del PIB en innovación, ciencia y tecnología. Se contempla la utilización de herramientas presupuestales existentes, como el impuesto Cree, el Pro Estampilla Universidad Nacional y las regalías.
3. Solo dos tipos de formación: universitaria y técnica y tecnológica
El Acuerdo propone solo dos tipos de formación en educación superior: universitaria y técnica y tecnológica, que sean prestadas por igual por universidades y politécnicos. Además, plantea una mayor articulación de la educación superior con la básica y media. Según Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de La Sabana y representante de las universidades privadas ante el Cesu, hay muchas agencias del Estado que intervienen en el sistema y hay muchas instituciones de distinto orden, públicas y privadas, que brindan formación técnica, tecnológica y universitaria. Velásquez considera que esa dispersión “absurda” genera confusión en el sistema.
4. Crear Superintendencia Nacional de Educación
El Acuerdo propone la inclusión de diferentes mecanismos para garantizar la calidad y el funcionamiento de las instituciones de educación superior. Uno de ellos es la creación de la Superintendencia de Educación, que asuma de forma independiente esta labor, que está a cargo de una oficina del Ministerio de Educación. Se propone, además, la puesta en marcha de una agencia nacional de calidad, que reemplace al Consejo Nacional de Acreditación, entidad encargada de otorgar los registros calificados para el funcionamiento de las instituciones y sus programas.
Gobierno dice que cobertura llegará a 84 %
La ministra de Educación, María Fernanda Campo, dice que la entrega de este documento al país es una muestra de que el Gobierno no se quedó con los brazos cruzados tras el retiro del Congreso, en el 2011, de la propuesta gubernamental de reforma de la Ley 30 de Educación Superior.

El documento está pensado para un escenario de posconflicto. ¿Cuál es su principal aporte en este tema?

Uno de los principales objetivos del documento es avanzar en acceso y cobertura y, en esta medida, uno de los principales aspectos para tener en cuenta es la inclusión. Si para el 2034 pensamos dar acceso al sistema al 84 por ciento de la población, necesariamente tenemos que pensar en quienes han hecho parte del conflicto armado. Esto incluye tanto a víctimas como a victimarios, y a todos los que se vieron afectados de alguna manera.

¿Cómo se piensa garantizar el cumplimiento de estos acuerdos?

El documento no debe ser visto como una reforma, porque el ejercicio va mucho más allá de eso. Al ser una propuesta de política, lo que se plantea es que muchos de los cambios se puedan generar sin que se deba pasar por trámites legislativos. Esperamos que las modificaciones que sean necesarias se puedan hacer de manera estructural y con la participación de toda la sociedad.

Una de las exigencias bandera de los universitarios era la gratuidad...

Desde el punto de vista fiscal, es imposible lograr este objetivo. A lo que debemos apuntar en este momento es a la equidad, puesto que sería lesivo para el sistema y profundamente injusto que las personas que provienen de entornos económicamente favorables no paguen nada. Este beneficio debe ser para los menos favorecidos.
Tomado de El Tiempo, 5 de agosto de 2014, http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/revolcon-en-educacion-propone-mas-formacion-tecnica-que-universitaria/14342716

'Profes' que reinventan la forma de enseñar

Una vez cada semana a Jacqueline Becerra, la ‘profe’ de primaria de la Institución Etnoeducativa Inga, se le ve atravesar las calles de Mocoa, Putumayo, seguida por un séquito de 30 pequeños que apresuran el paso para luego perderse en una de las casas del resguardo indígena Belén del Palmar, localizado a 20 minutos de la ciudad.
- ¡Puangui! Exclama una voz anciana desde el interior de la vivienda.
- ¡Allila!, le contesta al unísono un coro infantil.
Son los buenos días y su respectiva contestación en lengua nativa.
Acto seguido, el grupo de niños toma su lugar en la casa y una anciana aparece con un taburete. Las siguientes horas del día se van en un viaje de vuelta al pasado, un recorrido a través de historias de antaño, anécdotas y relatos narrados en lengua inga y acompañados por tazas de agua de panela. Los niños escuchan atentamente. Absortos. Hipnotizados con cada palabra y cada gesto de la anciana.
Es la estrategia diseñada por Jacqueline para que sus pupilos -niños entre los 5 y 9 años- sean los rescatistas de la lengua inga mientras fortalecen sus habilidades lectoescritoras. “¿De qué otra forma podemos luchar contra el olvido?”, se pregunta esta maestra de una comunidad que alberga a 163 familias.
Por eso decidió unir a las abuelas del resguardo y ponerlas a hacer lo que mejor saben hacer: contar historias. Todo lo que llega a oídos de los niños se convierte en el insumo para darle rienda suelta a la imaginación.
En las aulas de la escuela etnoeducativa se gestan canciones, poemas y cuentos en inga y español, que hablan de la memoria histórica de la comunidad, de sus costumbres, sus valores y creencias.
Ya son 290 niños de primaria y bachillerato que están aprendiendo la lengua de sus antepasados desde que el proyecto de la profe Jaqueline echó sus primeras raíces hace 5 años.
“El impacto es enorme. Antes uno veía cómo los niños y jóvenes se avergonzaban de ser indígenas, como si cargaran con un estigma. Hoy se sienten identificados con su cultura, hablan su lengua con orgullo, tienen sentido de pertenencia”, relata.
La de Becerra es apenas una de las más de 1.300 propuestas innovadoras de educación que maestros como ella, están desarrollando en todos los rincones del país para promover hábitos de estudios en sus alumnos, como la lectoescritura, la investigación o el uso de las matemáticas. Algo que muchas veces hacen en horarios extracurriculares, trabajando ‘con las uñas’, robándole tiempo a su tiempo, por su cuenta y por puro amor al arte.
Todas esas iniciativas fueron reunidas por la convocatoria al Premio Nacional al Docente, que por primera vez entregó el BBVA Colombia en mayo pasado para reconocer el esfuerzo de esos maestros que generan nuevas experiencias de aprendizaje.
De acuerdo con Liliana Corrales, gerente de Responsabilidad Corporativa de BBVA Colombia, el premio busca estimular las buenas prácticas que desarrollan los maestros de Colombia y que les permite a niños y jóvenes fortalecer competencias que son fundamentales en el proceso de aprendizaje.
A través de la lectura, Jaqueline Becerra logró que los niños de un resguardo inga en Mocoa, Putumayo, rescataran su lengua nativa.
Cinco proyectos resultaron ganadores, entre estos el de Jaqueline, que superaron con creces requisitos como pertinencia, madurez, sostenibilidad, innovación, evaluación e impacto, entre otros. Una pequeña recompensa a su esfuerzo que, de la mano del galardón, llegó con un viaje a Chile para que conozcan la Red de Bibliotecas de ese país y dinero en efectivo. A su vez, sus colegios recibirán cupos para el programa Escuela para el Emprendimiento BBVA y morrales con útiles escolares para sus estudiantes.
La hora de las letras
Yolanda Camacho, Ciudad Bolívar, Bogotá
Cuando Yolanda Camacho llegó hace 10 años a la Institución Educativa Nicolás Gómez Dávila, en Ciudad Bolívar, empezó una gran lucha por despertar el interés por la lectura y la escritura. Para entonces la apatía por el tema reinaba. Fueron muchos aciertos y fracasos, hasta que un día su sueño arrancó. “Durante un año realizamos talleres todos los sábados y en contrajornada escolar. Al final sacamos dos libros, uno de cuentos y otro de historietas, producidos por los alumnos”. Ese fue el gancho para gestionar una franja institucional de lectura y oralidad. “Empezamos con 15 minutos. Hoy ya tenemos una hora a la semana en la que leen desde preescolar hasta once, desde los vigilantes y las señoras del aseo hasta el rector”, relata Yolanda, quien ahora busca sacar una nueva publicación con sus estudiantes.
En un colegio de Ciudad Bolívar, Yolanda Camacho instauró una hora semanal de lectura en la que toda la comunidad educativa participa. Luis Lizarazo / EL TIEMPO
‘Prefiero que roben libros’
Mauricio Botina, Pasto, Nariño
Si uno llega en el día y en el momento oportuno al Liceo Universidad de Nariño, en San Juan de Pasto, puede encontrar a cada uno de sus 1.100 estudiantes devorando las páginas de un libro sin más bullicio que una pieza de música clásica como telón de fondo. Un ritual que se toma a todo el colegio durante una hora cada semana. Esa es la hazaña lograda por el profesor Mauricio Botina. “La lectura es como el aire que respiramos. El que no lee muere”, sentencia.
“Ahora las clases son más interesantes porque los alumnos debaten, son más críticos frente a los conocimientos que reciben, defienden sus posiciones, citan autores y argumentan”, dice este maestro de 27 años. “Hay muchos que no devuelven los textos que se les presta en la biblioteca. Yo sinceramente prefiero que roben libros”, dice Botina.
Vendedores de lectura
Nidia María Romero, San Pedro de Urabá, Antioquia
Nidia Romero, la profesora de la Institución Educativa San Pedro de Urabá, no olvida el día en que un abuelo le soltó una confesión tan sobrecogedora que aún se acuerda y se le corta la voz: “Usted no sabe lo que se siente meterme en mi chinchorro y que sea mi nieto el que me lea”, le dijo el hombre.
No es la única historia que conoce. Sabe de otros abuelos a los que ya no les alcanza la visión para leer, de padres que nunca aprendieron… los roles se invierten y ahora son hijos y nietos quienes se pasan horas enteras a su lado, leyéndoles cuentos. Así es como el club de lectura que esta maestra, oriunda de Sahagún, Cordoba, creó hace cuatro años en el Urabá antioqueño se ha metido en los hogares de la zona. “Tenemos una estrategia. Cada niño lee un libro y consigue cinco ‘clientes’ para que también lo lean. Su tarea es ‘venderle’ a otros el amor por las letras”, cuenta Nidia, que reúne a 45 niños entre los 6 y 17 años en su club.
Los cuentos de la Física
Rodolfo Antonio Padilla, Galapa, Atlántico
El proyecto de Rodolfo Padilla inició en el 2006 en un salón de segundo grado de la Institución Educativa María Auxiliadora, en Galapa, Atlántico. Sus alumnos tenían dificultades con la escritura, invertían el orden de las letras, las confundían o las omitían. Sin embargo, eran niños que estaban entre los 6 y 8 años con la curiosidad a flor de piel, sobre todo por los fenómenos naturales. “Diseñé una estrategia en la que los niños investigaban la naturaleza y sus fenómenos físicos. Luego, redactaban sus experiencias en el tablero y entre todos se corregían. Era un aprendizaje participativo en el que, además, aprendían conceptos de física”, relata Padilla. Los resultados no se hicieron esperar: los alumnos no solo mejoraron su escritura sino armaron recopilaciones de textos. El gran logro de esta experiencia se produjo el año pasado con la publicación de una colección llamada ‘Los cuentos de la Física’.
HUELLA SOCIAL
Tomado de El tiempo del 6 de agosto de 2014, http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/profes-que-reinventan-la-forma-de-ensenar/14349880