EL MAESTRO

Nací en el instante en que surgió una pregunta de la boca de un niño. He sido muchas personas en muchos lugares. Soy Sócrates animando a los jóvenes de Atenas a descubrir nuevas ideas a través de las preguntas. Soy Anne Sullivan horadando los secretos del universo para ponerlos en la mano extendida de Helen Keller. Soy Aesop y Hans Christian Andersen revelando la verdad por medio de innumerables narraciones. Soy Marva Collins peleando por el derecho de todos los niños a la educación. Soy Mary McCleod Bethune edificando una gran universidad para mi pueblo, usando cajones vacíos de naranjas como pupitres. Soy Bel Kaufman luchando para ir en contra de la corriente. Los nombres de quienes practicaron mi profesión han ganado el reconocimiento de la humanidad… Booker T. Washington, Buda, Confusio, Ralph Waldo Emerson, Leo Buscaglia, Moisés y Jesús. Soy también aquellos cuyos nombres y rostros se han olvidado hace mucho tiempo, pero cuyas lecciones y carácter se recordarán siempre en los logros de sus alumnos.



He llorado de alegría en las bodas de los antiguos alumnos, he reído con regocijo en el nacimiento de sus hijos, y he permanecido con la cabeza inclinada por el dolor y la confusión en las tumbas cavadas demasiado pronto para cuerpos demasiado jóvenes. En el transcurso de un día se me ha pedido ser actor, amigo, enfermero y médico, entrenador, hallador de objetos perdidos, prestamista, chofer de taxi, psicólogo, padre sustituto, vendedor, político y defensor de la fe. Dejando a un lado los mapas, planos, fórmulas, verbos, historias y libros, no he tenido en realidad nada qué enseñar porque mis estudiantes han aprendido por sí mismos y sé que se necesita el mundo entero para decirte quién eres.



Soy una paradoja. Hablo más alto cuando escucho más. Mis más grandes regalos son lo que quiero recibir, agradecidamente, de mis alumnos. La riqueza material no es una de mis metas, pero soy un buscador de tesoros de tiempo completo, en mi búsqueda de nuevas oportunidades para que mis estudiantes puedan usar sus talentos, en mi constante búsqueda de esos talentos que a veces yacen enterrados en la autoderrota.



Soy el más afortunado de todos quienes trabajan. A un médico se le permite traer una vida en un momento mágico. A mí se me permite que esa vida renazca día a a día con nuevas preguntas, ideas y amistades. Un arquitecto sabe que si construye con cuidado, su estructura puede permanecer por siglos. Un maestro sabe que si construye con amor y verdad, lo que construya durará para siempre. Soy un guerrero que batalla diariamente contra la presión de los amigos, de la negatividad, del temor, de la conformidad, de los prejuicios, de la ignorancia y de la apatía. Pero tengo grandes aliados: la inteligencia, la curiosidad, el apoyo de los padres, la individualidad, la creatividad, la fe, el amor y la risa, todos ellos me ayudan a levantar mi bandera con su apoyo insuperable.


Y de esa manera tengo un pasado rico en recuerdos. Tengo un presente desafiante lleno de aventuras y entretenimiento, porque se me permite emplear mis días en el futuro. Soy un maestro… y doy gracias a Dios por eso todos los días.


Autor: -John W. Schlatter-

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Thursday, June 22, 2017

“De tanto ahorrar en educación, nos hemos hecho ricos en ignorancia”

SEMANA: La Universidad Nacional de Colombia está cumpliendo 150 años, ¿qué representa este aniversario?
Ignacio Mantilla: Es una fortuna para nosotros cumplir 150 años y ser la universidad pública más grande del país. Sobrevivir siglo y medio a todas las convulsiones que ha tenido Colombia es un gran logro. Queremos aprovechar este aniversario para recordar el pasado, pero también para reflexionar sobre el presente y el futuro. Ahora la educación superior vive una coyuntura particular. La tendencia a privilegiar el subsidio a la demanda, con programas como ‘Ser Pilo Paga’, pone en aprietos a la Universidad Nacional y a la educación pública en general, entonces creo que en esta conmemoración también debemos pensar sobre cuál es el modelo de educación que le conviene a Colombia, máxime si se tiene en cuenta que la Nacional ha sido pionera en muchos campos; por ejemplo acá nacieron los primeros doctorados en 1986.
SEMANA: ¿Cómo ha hecho la Universidad Nacional para sobrevivir tanto tiempo?
I.M.: Creo que se debe a que, pese a las dificultades, la universidad ha sido una institución crítica, que siempre ha utilizado el argumento como su mejor arma, pero que a la vez se ha convertido en guardián tanto del avance de la ciencia y la tecnología, como de la política y el conocimiento social, cualidades labradas durante 150 años, que el país reconoce. Esto es evidente en el acompañamiento que ha hecho al proceso de paz por solicitud de los actores involucrados (Gobierno y Farc-EP), quienes manifestaron su confianza total en la Institución.
SEMANA: En los rankings internacionales y nacionales, la Nacional siempre queda como la mejor institución educativa del país. Si uno de los problemas que tiene la Nacional es la financiación, ¿cómo ha hecho para mantener esos altos estándares de calidad?
I.M.: A pesar de los problemas presupuestales, la universidad tiene una riqueza muy grande en sus estudiantes. De hecho, hoy en día nuestros alumnos de pregrado prefieren hacer un posgrado antes que ir a buscar un trabajo. Cuando ellos compiten por cupos para ser admitidos en las universidades del exterior les va muy bien. Por otra parte, la Nacional siempre ha contado con un equipo de profesores con formación de alta calidad, quienes gozan de un salario digno no obstante las condiciones económicas de la Institución, y tienen libertad para enseñar e investigar lo que ellos consideran pertinente para el desarrollo del país.
SEMANA: ¿Cuáles son los aportes más valiosos que la Universidad Nacional le ha hecho al país en estos 150 años?
I.M.: Son innumerables, pero rememoro los 135 años en los que la Nacional estuvo en el Hospital San Juan de Dios, durante los cuales se hicieron investigaciones que trascendieron internacionalmente. Como ninguna otra institución de educación superior hemos tenido una vida cultural sumamente rica. El Auditorio León de Greiff es reconocido como el mejor escenario musical de Bogotá, y además contamos con cerca de 20 museos solo en la ciudad. En el área de las ciencias, fuimos herederos del trabajo de José Celestino Mutis, el Sabio Caldas y Humboldt, gracias a lo cual poseemos un robusto inventario de la flora y fauna colombiana. La universidad ha formado a los protagonistas más importantes de la política nacional del siglo XX, como el presidentes Carlos Lleras Restrepo, y a grandes líderes como Jorge Eliécer Gaitán y el sacerdote Camilo Torres, no el guerrillero que todo el mundo ve, sino al destacado sociólogo. Incluso García Márquez fue alumno de la Escuela de Derecho. Sin duda, la Institución ha dejado una huella imborrable en el país.
SEMANA: Si la universidad ha sido tan importante para el país, ¿por qué la clase política no se la ha jugado para fortalecerla y ha preferido apoyar la educación superior privada?
I.M.: Eso forma parte de la opción que ha tomado el Estado colombiano de privilegiar el subsidio a la demanda, que prácticamente le quita su obligación de proveer de educación superior a todos los colombianos. Y el mejor ejemplo es ‘Ser Pilo Paga’, que termina destinando más dinero a la universidad privada que a la pública. Para el Gobierno es más fácil y rentable mediáticamente lanzar 40.000 becas para estudiantes de escasos recursos, que crear 400.000 cupos en las universidad públicas. Un modelo excluyente porque con ‘Ser Pilo Paga’ se quedan por fuera jóvenes que podrían ser ‘repilos’, pero que no tienen la oportunidad de obtener una beca porque su formación en la educación básica fue deficiente, lo cual no significa que no sean brillantes.
SEMANA: En ese sentido, ¿cuál es la importancia de la educación superior pública?
I.M.: Creo que muchas políticas neoliberales ven la inversión en educación sólo en términos de retorno y ganancia económica. Frente a esa postura dominante, pienso que un país que abandone la educación pública le abre las puertas a la desigualdad y a la exclusión. ¿Qué futuro le vamos a ofrecer a los jóvenes que no pueden pagar una universidad privada? ¿Qué posibilidades tienen de ascenso social? Se podría resumir en la siguiente frase: “De tanto ahorrar en educación, nos hemos hecho ricos en ignorancia”. Eso es lo que lograría un país que no ve la educación como una gran inversión, sino como un costo que debe asumir sin ninguna convicción. No debería haber dudas sobre la necesidad de tener una universidad pública fuerte y completamente subsidiada.
SEMANA: ¿Cómo ve en el futuro a la universidad?
I.M.: Con optimismo. Observo que en sus dos últimas legislaturas, el Congreso ha apoyado la educación superior pública, y espero que la tendencia continúe. Por eso considero que allí, obviamente sin dejar a un lado el Ejecutivo, es donde debemos dar los debates y las batallas para fortalecerla, mejorar la financiación y, en últimas, convencer a la sociedad colombiana sobre la importancia de la universidad pública.
SEMANA: ¿Tenemos Universidad Nacional para otros 150 años?
I.M.: La Universidad de Salamanca cumple 800 años el próximo año; la de Bologna va a cumplir mil años en las próximas décadas. Eso significa que las universidades son las instituciones más antiguas que hay en Occidente. Y lo han logrado porque se equivocan menos que los gobiernos y no toman decisiones al vaivén de las modas, sino que se convierten en depositarias de un conocimiento y a la vez en gestoras del cambio social a partir de análisis e investigación. En ese sentido, tenemos Nacional para rato.
SEMANA: Por último, a raíz del acto terrorista en Andino ¿Por qué su indignación por un artículo del diario ‘El Tiempo’? 
I.M.: Porque es inaceptable que se relacione directamente al terrorismo con la universidad. La expresión “extremistas de la Universidad Nacional”, indica que aquí graduamos extremistas y no es así, nosotros formamos geólogos, físicos, ingenieros. Esa es una estigmatización que hemos tenido que cargar por décadas, es como el sentimiento que tenemos los colombianos en el exterior cuando se generaliza y dicen que todos somos narcotraficantes. No podemos seguir cargando esa cruz y los medios no pueden seguir relacionándonos con grupos terroristas.
SEMANA: ¿Por qué se continúa con la estigmatización?
I.M.: Hay un lastre que llevamos, ese de creer que la universidad es el centro de operaciones de grupos guerrilleros, y no lo hemos podido borrar. Cada vez que salen a la luz actuaciones negativas de algún egresado o estudiante lo primero que se dice es que pertenece la Nacional, no ocurre lo mismo con alumnos o profesionales de otras instituciones. En estos casos no se habla de los “ladrones graduados en tal universidad” o de los “defraudadores o violadores de tal otra”. La Nacional no tiene responsabilidad en las actuaciones de los egresados cuando no están en el ejercicio profesional para el que se les formó. Se nos puede criticar por la mediocridad de un profesional mal formado en la universidad, pero no por otras cosas.


Publicado el 20 de junio de 2017, en http://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-con-el-rector-de-la-universidad-nacional-ignacio-mantilla/529221

Tuesday, June 6, 2017

El país necesita de las escuelas normales superiores para mejorar la educación rural

La Colombia de clases medias y altas que educan a sus hijos en colegios y universidades de calidad debe saber que 3 meses después de iniciado el año escolar, algunos niños del sector rural aún no han empezado clases o han sido suspendidas por falta de maestros y otros problemas.

En el país, según el MEN, hay 3.782 centros educativos rurales con menos de 50 estudiantes y 1.240 centros con 51 a 150 estudiantes; el 19% de los docentes del área rural son provisionales; el 51% de las sedes educativas rurales son multigrado; el promedio de años de educación de la población urbana es de 9,2 años, mientras que el de la población rural solo alcanza 5,5 años; los bachilleres del sector urbano obtienen en promedio 252 puntos, los del sector rural 233; los jóvenes del sector rural se retiran o no asisten a la escuela, la cobertura en educación media es del 27,4% y el tránsito inmediato a la educación superior de los bachilleres en el área urbana alcanza el 41%, en el sector rural el 22%.


Fue un acierto del acuerdo de paz cuando estableció que el acceso a la tierra es una condición necesaria para la transformación del campo, pero no es suficiente, por lo cual deben establecerse planes nacionales financiados y promovidos por el Estado destinados al desarrollo rural integral para la provisión de bienes y servicios públicos, uno de ellos es educación.


Sin embargo, podemos hacer el mejor plan nacional para el desarrollo de la educación rural, pero primero el MEN y las secretarías de educación, junto con los rectores de los colegios con sedes educativas ubicadas en el sector rural deben resolver problemas básicos, como lograr que ningún niño deje de asistir al aula escolar por ausencia o falta de un docente. No podemos olvidar que detrás de los líos estructurales o de la ineficiencia en la gestión del sector educativo, y de los problemas entre los adultos, están los niños y los adolescentes más pobres, quienes más y mejor educación requieren.


El MEN, las secretarías de educación, los sindicatos y la comunidad deben reconocer que las características de la ruralidad no permiten estandarizar acciones de política educativa. El entorno juega duro en las condiciones de formación y en los procesos educativos de los docentes, por ello cada escuela y cada docente tiene retos diferenciados, según el tipo de ruralidad. Por ejemplo, en el caso de la ruralidad más profunda, los niños realizan su educación inicial y la primaria en una escuela que tiene 1 o 2 salones, donde los docentes educan en aula multigrado con sólo 6 u 8 estudiantes, con diferentes edades y grados escolares. En Colombia en estas escuelas hay mayor ausentismo de los docentes.


Son varias las deudas que tenemos con los niños del sector rural, pero la más importante tiene que ver con los docentes en temas como: conseguir y formar docentes de muy buena calidad para que trabajen de manera específica en el sector rural; establecer concursos sólo para docentes, con formación en aulas multigrado, modelos educativos flexibles y proyectos productivos, entre otros, y además que quieran ir a trabajar al sector rural, por lo menos 5 años continuos, en regiones o zonas apartadas de las cabeceras municipales o de pequeños caseríos; determinar procesos especiales para que los rectores puedan remplazar de manera exprés las vacantes de los docentes que se ausenten por menos de 15 días por incapacidad o por otros inconvenientes (los rectores deben contar con los instrumentos legales, recursos y requisitos para proveer este tipo de vacantes) y para las secretarias de educación para proveer las vacantes cuando el docente se retira de manera definitiva por traslado, renuncia o pensión y; lo más difícil, lograr que no falten recursos financieros en las entidades territoriales más débiles para nombrar los docentes del sector rural.


Sucede que los docentes que se  presentan a concursos para ingresar a las plantas oficiales de departamentos como Nariño o Cauca quieren estar ubicados lo más cerca posible de Pasto o Popayán, pero cuando conocen que su nombramiento es para ir a escuelas ubicadas en la Costa Pacífica  o en áreas rurales, en escuelas localizadas a más de 6 horas del casco urbano más cercano (áreas pobres, violentas y con economía ilegal), ellos no aceptan o en algunos casos empiezan a trabajar, pero a los 2 o 3 meses renuncian o se hacen trasladar; igual sucede en varias regiones de Colombia, como en el departamento de Bolívar donde los docentes quieren laborar cerca de Cartagena pero no en el sur de Bolívar, región pobre y aún con violencia paramilitar y guerrillera, además de economía ilegal. Esta situación es más compleja en los departamentos como los de la Orinoquia que tienen más territorio, menos población y mayor dispersión de la población.

La solución al problema de cómo lograr docentes bien formados y estables en las escuelas rurales está en parte en las normales. El país cuenta con 137 escuelas normales superiores autorizadas por el MEN para ofrecer programa de formación complementaria en modalidad presencial, la mayoría de ellas están ubicadas en municipios o regiones con entornos rurales, donde profesores y estudiantes tienen una apropiación de la vida y la cultural de la ruralidad, el país requiere fortalecerlas y planear el desarrollo de licenciaturas en educación en algunas de ellas, de acuerdo con las necesidades del sector rural, en convenio con universidades acreditadas. Los estudiantes que aspiran ser profesores podrían tener dos años de formación en educación superior en la normal, un año de prácticas en instituciones rurales y luego regresar a completar la licenciatura, con el compromiso de ir a trabajar a escuelas rurales por lo menos 5 años continuos.

Escrito por Ángel Pérez Martínez, Revista Semana, Sección Educación, mayo 8 de 2017, http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/escuelas-normales-superiores-para-educacion-rural-angel-perez/245001

Friday, February 24, 2017

Conozca los logros de los 10 mejores profesores del mundo

De los 50 mejores profesores del mundo seleccionados entre 20.000 nominados de 179 países y entre los que está incluido el profesor colombiano Alexander Rubio, clasificaron 10 para participar por el primer puesto en el Global Teacher Prize, conocido como el 'Nobel de los docentes'.
El profesor colombiano no quedó entre los diez primeros, sin embargo, afirmó que hay que mirar el lado positivo porque igualmente quedó entre los 50 mejores, y eso quiere decir entonces que el proceso pedagógico que ha desarrollado junto con sus compañeros es el mejor de Colombia y eso posiciona la educación pública. “Hay que seguir trabajando con amor y energía”, aseguró el docente después de conocer la noticia.

Rubio, además, viajará con los 50 primeros seleccionados a Dubái donde se conocerá al ganador y además donde se realizarán conferencias, charlas y talleres con las figuras más importantes del mundo de la educación durante el Global Education and Skills Forum, organizado por la Varkey Foundation.
El profesor que resulte en el primer puesto recibirá un premio de un millón de dólares para seguir trabajando por la educación de su país. “Todos hemos tenido maestros que nos han inspirado, que han hecho una diferencia en nuestras vidas”, aseguró la Varkey Foundation al anunciar los 10 elegidos, y agregó: “Los maestros tienen el poder de hacer o romper vidas. Una gran lección puede inspirar una pasión por un tema que dura toda la vida, mientras que la enseñanza mediocre puede matar cualquier deseo de aprender”.
Aquellos maestros que hacen una diferencia significativa en la vida de sus estudiantes –a veces en contra de todas las probabilidades– merecen ser celebrados, según la fundación.
Los diez maestros
Salima Begum, profesora en Pakistán donde ha ayudado a concienciar a los padres sobre la educación de las niñas y sus beneficios. Para involucrar a sus estudiantes, Salima cree que las actividades de la clase deben corresponder estrechamente a situaciones de la vida real. Además, ha hecho una contribución importante a la formación de maestros, instruyendo a más de 7.000 maestros en toda su provincia, y 8.000 más a través de Paquistán. Si ganara el premio, ella dice que donaría el dinero a un fondo para apoyar la educación de las niñas en Pakistán.
Otro es el profesor español de matemáticas y ciencia David Calle. Él fundó Unicoos, para apoyar la educación de los niños más allá de los salones de clase. Por medio de sus videos, ha llegado a más de 30 millones de niños.
Del Reino Unido está nominado el profesor Raymond Chambers, quien desarrolló un nuevo software para aprender utilizando Microsoft Kinect. Él fue alentado por un salto en el compromiso y el logro académico de sus estudiantes de computación, por lo que decidió compartir este trabajo y las mejores prácticas con otros profesores. El canal de YouTube de Ray ha tenido más de 250.000 visitas. La 'BBC' le pidió que contribuyera con sus recursos de Microbit que se emiten a los profesores a nivel nacional en el Reino Unido.
Otra europea es la alemana Marie-Christine Ghanbari. En su escuela utiliza métodos de aprendizaje orientados a la acción, como su programa de mentoría 'Sportpatenproject', para aumentar la autoestima, la motivación y la empatía de sus estudiantes. La naturaleza participativa y colaborativa de su proyecto deportivo ha ayudado a los niños refugiados en Alemania (de países como Irán) a integrarse más fácilmente en la sociedad alemana.
La cuota latina es el profesor Wemerson da Silva Nogueira que desarrolló en Brasil el programa ‘Jóvenes científicos: Diseñando un nuevo futuro’. Una de las actividades de este proyecto fue estudiar la tabla periódica investigando el lodo contaminado y las aguas de la cercana río Doce. Las actividades de los 'Jóvenes Científicos' permitieron a la escuela rescatar al 90 por ciento de los estudiantes del mundo de las drogas y la delincuencia. Hoy la escuela de Wemerson es considerada la mejor de su ciudad.
Jamaica tiene como representante a la profesora Tracy-Ann Hall. De niña, en la escuela, Tracy fue diagnosticada de dislexia y dejó de estudiar para mejorar su condición. Al tener un progreso se dio cuenta que quería ayudar por medio de la enseñanza. En su primer papel de maestra tomó a un grupo de muchachos que habían sido suspendidos y transformó su desempeño y ambiciones. También comenzó y supervisó un programa de su clase para alimentar a la gente de la calle, lanzó un club automovilístico junior y trabaja en la revista de la escuela.
Maggie MacDonnell trabaja bajo condiciones extremas en el ártico canadiense específicamente en un pueblo llamado Salluit, la segunda comunidad inuit más septentrional de Quebec. Todo el enfoque de Maggie ha sido acerca de convertir los "problemas" en "soluciones". Las iniciativas incluyen a sus estudiantes dirigiendo una cocina comunitaria, asistiendo a la capacitación para la prevención del suicidio y asociándose con la guardería.
Además, Maggie ha creado un programa de habilidades para la vida específicamente dirigido a que las niñas combatan los complejos problemas de género en la comunidad: los embarazos de adolescentes son comunes, existen altos niveles de abuso sexual y los roles de género a menudo cargan a las niñas con deberes domésticos.
De los profesores australianos quedó clasificado Ken Silburn. Muchos de sus estudiantes han recibido becas para estudiar ciencias en la universidad, y una clase fue primera en Australia en su categoría del Campeonato Internacional de Ciencias. En sus lecciones, Ken utiliza una variedad de proyectos multimedia junto con la integración de temas más amplios como la ciencia ambiental y la sostenibilidad.
Como participante en el programa India Spaceward Bound de la NASA, también ha impartido talleres de ciencias y cursos de capacitación a profesores indios y ha grabado lecciones en línea para el Instituto Nacional de Educación Abierta de la India.
El único profesor africano entre los 10 mejores es Michael Wamaya, de Kenia. Su especialidad es la danza, de ahí que dirige una escuela de ballet en el corazón del barrio pobre Kibera, en la capital de Kenia, Nairobi. Con la ayuda de la dedicada enseñanza de Michael, bajo los techos de tejas de edificios comunitarios, los estudiantes se han convertido en bailarines consumados y han ganado becas para continuar su educación.
Durante la Navidad algunos realizaron 'el Cascanueces' en el Teatro Nacional de Kenia. Con la tutoría de Michael, este proyecto de artes alternativas ha proporcionado un espacio seguro para huérfanos y niños vulnerables de los barrios más pobres para crecer, desarrollar sus habilidades y oportunidades de acceso a la educación.
Boya Yang es la representante de China y clasificó por el centro que creó en su escuela, donde los adolescentes pueden buscar consejo de psicólogos y otros profesionales.
SIMÓN GRANJA
Redactor Educación
@Simongrma
Tomado de Educación, El Tiempo, febrero 23 de 2017, http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/mejores-profesores-del-mundo/16826923

Colombia está perdiendo sus lenguas indígenas

En el Día Internacional de la Lengua Materna, la Unesco alerta de la pérdida de estos idiomas. Con cada generación se disipa más su uso y su transmisión.

El 21 de febrero la Unesco celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha para reivindicar la importancia de la educación multilingüe y el respeto por las lenguas minoritarias e indígenas.
Según un informe de la organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Naciones Unidas, en la actualidad existen 3.000 lenguas amenazas que, de no protegerse por medio de políticas públicas, se extinguirán. En Colombia, la Unesco calcula en cuatro las que han desaparecido en los últimos años: carabayo (originarios del departamento de Amazonas),  macaguaje (Amazonas meridional), opón-carare (Santander) y pijao (Tolima).  La publicación Ethnologue, por su parte, asegura que del centenar de idiomas que se hablaban en el territorio hace siglos, 21 están ya extintas.
“Las minorías étnicas, las indígenas y la población rural deberían poder ejercer su derecho a una educación de calidad en su lengua materna; pero ese derecho no siempre se respeta. En la actualidad prevalece la enseñanza monolingüe mediante el uso de un idioma que no todos los educandos dominan, a pesar de las consecuencias negativas que acarrea esta práctica”, señaló el Consejo Directivo de la Unesco en una resolución de 2009. Ocho años después, el organismo vuelve a difundir esta disposición porque la realidad es que el 40 % de la población mundial no tiene acceso a formación de calidad en su lengua nativa.
Isabel Fernández González es la coordinadora de la Casa de la Cultura en Nazareth, en el departamento de La Guajira. Esta wayúu de 47 años que acompaña a los niños que acuden cada tarde a la institución para leer los libros que ahí se apilan, es testigo de cómo los menores de edad van perdiendo poco a poco su capacidad de hablar el wayuunaiki. "Las enseñanzas empiezan desde la casa y desde ahí se está perdiendo su uso porque las familias hablan en español. Y luego en el colegio se completa esa pérdida porque no se les enseña en su lengua originaria indígena”. 
El caso colombiano
Viene corriendo y suelta un dicharachero “AntüshiiJia-Shia”. Pronto se da cuenta que los tres interlocutores a los que se dirige no la entienden. Así que, tras un breve análisis de la situación, se da la vuelta y se devuelve por donde vino, cómo si la ignorancia de esos tres personajes desconocidos se le hiciera insoportable. “Bienvenidos”, era lo que la niña wayuu trataba de expresar.
El wayuunaiki es una de las 65 lenguas indígenas que existen en Colombia. Estas comparten su presencia en el territorio con otras de diferente origen: criollas, que son las que hablan los Pueblos Raizal y Palenquero del Caribe; y las indoeuropeas, en las que se integran la lengua Rromanés o Shib Rromaní. En total, según el Ministerio de Cultura, existen 68 idiomas en todo el territorio. 
Las lenguas indígenas o indoamericanas se reagrupan en trece familias lingüísticas, y son las que más hablantes concentran. Semana Educación analiza el modelo educativo que caracteriza el aprendizaje de las más habladas.
Wayuunaiki
La población wayúu es la mayor comunidad indígena de Colombia: 400.000 personas, según el Dane. El 98% de los indígenas que componen este pueblo ancestral se concentra en La Guajira. En el Cesar habita el 0,48%, en el Magdalena el 0,42% y en Venezuela el 1,07%.
Sólo el 75% de la población wayúu habla wayuunaiki; el resto lo desconoce. El Ministerio de Cultura cifra en 89.175 los adultos que hablan esta lengua, frente a los 73.825 bilingües que lo emplean junto el castellano.
Los monolingües son los grandes defensores de la transmisión de la cultura indígena que sin embargo, y como indica la Fundación Transformada, cada vez peligra más. De hecho, sólo el 30% de los niños wayúu habla el wayuunaiki. El motivo es el desequilibrio que caracteriza la enseñanza de esta lengua de tradición oral y la del castellano.
La falta de una política etnoeducativa estructurada ha desplazado al wayuunaiki como lengua accesoria, a pesar de que se incluye en los planes de estudio de todas las instituciones educativas oficiales wayúu. En la mayoría de casos su aprendizaje se incluye dentro de la asignatura de Ciencias Sociales, y no como un eje temático autónomo.
Embera
Los embera son un pueblo amerindio con numerosas variantes dialécticas. En Colombia se diferencia entre los embera Chamí (cordilleras occidental y central de los Andes colombianos, y en los departamentos de Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío y Valle); los embera katío (Córdoba y Urabá) y los eperara siapidara (costa Pacífica del Valle, Cauca y Nariño).
La lengua nativa de todos ellos es el embera, de la familia lingüística Chocó. Es la segunda más hablada en Colombia, con más de 70.000 hablantes de acuerdo al MEN, aunque es el dialecto katío el de mayor presencia: un 67,2% de emberas lo hablan (25.692).
Desde hace 13 años, el MEN implementa estrategias para fortalecer la transmisión de todos estos dialectos de la mano de los nokos (líderes indígenas) y los denominados ‘sabedores’. Sin embargo, la falta de financiación de proyectos de etnoeducación y la dificultad de elaborar un currículo para su aprendizaje han obstaculizado su protección.
De acuerdo al Dane, de los 38.259 indígenas embera katío que hay censados, 25.692 habla la lengua de su pueblo (67,2%), pero 15.980 no saben leer ni escribir en castellano (41,8%). En el caso de los 29.094 chamí que reconoce el Estado, las cifras son de 11.923 (41,0%) a 7.447 (25,6%), respectivamente. Finalmente, de los 3.850 eperara siapidara censados, 3.352 habla la lengua nativa (87%), pero 1.717 (44,4%) ni leen ni escriben en castellano.
Inga
El pueblo inga se localiza principalmente en Nariño, Caquetá, Putumayo y en la bota caucana. El MEN cifra en 18.000 las personas que hablan la lengua inga, perteneciente a la familia lingüística quechua.
De acuerdo a un informe del Ministerio de Cultura, el uso de la lengua nativa se ha relegado tanto que la transmisión intergeneracional es mínima, especialmente en las zonas urbanas. De hecho, alerta el documento, los colegios oficiales no tienen materiales adaptados para fortalecer su recuperación.
Tomado de Educación. Semana, Febrero 21 de 2017, http://www.semana.com/educacion/articulo/etnoeducacion-lenguas-indigenas/498934

Wednesday, February 15, 2017

La razón por la que se sigue rajando en los exámenes

Los malos resultados en las evaluaciones están relacionados con las técnicas de estudio que son las más comunes, pero también las más inútiles. Le explicamos qué hacer y qué no hacer para estudiar.

Muchos jóvenes pasan varias horas estudiando: repasan una y otra vez y aún así obtienen malos resultados en los exámenes escolares, universitarios y en las pruebas de selección múltiple. La explicación es que las prácticas más comunes que usan para estudiar son las las menos efectivas para memorizar y comprender la información. Así lo sostiene la investigación titulada “Mejorar el aprendizaje de los estudiantes con técnicas efectivas”, publicada por la revista Sage Journals, en la que se hace un balance de las técnicas de aprendizaje, de acuerdo a la bibliografía existente y los estudios de caso.
De acuerdo a la investigación de Sage Journals, Semana Educación le resume los métodos y le explica su efectividad.
Hacer resúmenes
Efectividad: baja
Los profesores suelen pedirles a los estudiantes resúmenes de las clases, de fragmentos del libro o de un capítulo. La habilidad para seleccionar las ideas relevantes, organizarlas, suele estar asociada a buenos resultados. Sin embargo, la investigación demostró que no resulta una técnica efectiva, porque “la utilidad depende de las habilidades del estudiante para  resumir, más que del método como tal”. Según el estudio, tan solo alrededor de la mitad de los resúmenes evaluados contenían información acertada sobre el texto, escogían las ideas principales o hacían contrastes; el resto seleccionaba equivocadamente la información. Además, los resultados varían dependiendo de la evaluación: en los exámenes en los que los estudiantes no tienen que proveer información, como en las evaluación de selección múltiple, los resúmenes no son efectivos.
Subrayar
Efectividad: Baja
Es común ver a los estudiantes en las bibliotecas subrayar sin tregua las fotocopias: los colores fosforescentes son un símbolo de dedicación. Incluso, “cuando se le pregunta a los estudiantes cuánto han avanzado en la lectura, suelen mostrar las páginas subrayadas, como prueba de sus esfuerzos”, según aseguran el estudio. Esta es quizás la estrategia más común entre los jóvenes y la explicación es simple: es fácil de usar, no exige entrenamiento, ni requiere mucho tiempo adicional. Sin embargo, los estudios han demostrado dos cosas, los resultados son insignificantes y la mayoría de los jóvenes no subrayan efectivamente.
Fowler y Barker realizaron una investigación: le entregaron un texto a estudiantes universitarios y los dividieron en tres grupos. Los primeros, solo leyeron el artículo; los segundos, leyeron y subrayaron; y los terceros, leyeron los fragmentos subrayados por sus compañeros. Luego de una semana y de permitirles repasar, los que habían subrayado no obtuvieron un resultados significativamente diferentes a los que únicamente leyeron; y los que tan solo leyeron lo subrayado, tuvieron el peor desempeño en el examen.
Imaginación nemotécnica
Efectividad: Baja
Una de las estrategias más antiguas para memorizar era hacer asociaciones imaginarias: ubicar mentalmente la posición de los planetas o recrear fragmentos de un texto. Así se preparaban griegos y romanos para recordar los discursos. Sin embargo, la investigación ha demostrado su limitada efectividad. Primero, por la dificultad que implica imaginar ciertos conceptos y textos complejos: la técnica puede servir con una palabra, pero con un capítulo no. Además, no es fácil controlar lo que se imagina por lo que se puede perder fácilmente el foco. Pero lo más preocupante es que la nemotécnica no sirve para una retención a largo plazo: si se hace justo antes del examen, puede resultar más efectiva que la repetición, pero a largo plazo, la diferencia no es significativa.    
Leer dos veces
Efectividad: Baja
Antes de las evaluaciones, los alumnos pasan horas en vela. Las lecturas acumuladas del corte parecen interminables, pero obtener buenos resultados exige esfuerzos. Sin embargo, a pesar de que es una de las técnicas más usadas (el 65% de los estudiantes consultados vuelve a leer para preparar los exámenes) sus efectos en el aprendizaje son insignificantes. Cuando pasan los días después de que se leyó dos veces un documento, la información se desvanece. Lo que es más grave es que leer dos veces no mejora los niveles de comprensión.  
Autoevaluarse
Efectividad: alta
Hay una amplia bibliografía que demuestra los beneficios de evaluarse para el aprendizaje. El objetivo es que a medida que avancen sobre un tema, se pregunten el porqué y traten de responder. En un estudio realizado a estudiantes universitarios les dieron una lista de oraciones con acciones, como “Un hombre hambriento se subió al carro”; luego dividieron a la clase en tres grupos, unos tendrían que preguntarse por qué se subió al carro y responder; otros leerían la explicación, “porque iba a un restaurante”; y los últimos solo leyeron las oraciones. Cuando evaluaron a los tres grupos, los que tuvieron que plantearse preguntas y posibles respuestas obtuvieron dos veces mejores resultados que quienes entendían la razón.
Distribución del trabajo
Efectividad: alta
En muchos casos, los estudiantes acumulan todo lo que deben memorizar pocos días antes de los exámenes, en parte por desorganización y por el hábito de pronosticar.  Sin embargo, esta estrategia es muy poco efectiva para el aprendizaje, según lo demuestran todas las investigaciones consultadas en el artículo. Lo más conveniente es distribuir en sesiones del 10% o el 20%, durante el periodo de tiempo. Por ejemplo, si el examen final ocurrirá al terminar el año, lo conveniente es repasar cada mes, ojalá combinando con la técnica de autoevaluación.
Tomado de Educación Revista Semana, febrero 15 de 2017, http://www.semana.com/educacion/articulo/tecnicas-de-estudio/515587

Monday, February 6, 2017

Me pagan por enseñar no por aguantar (Carta de una profesora).


Wow. Triste el estado de cosas que llevó a esta colega española a escribir esta carta: administrativos, padres de familia, estudiantes y hasta colegas suelen despotricar de la labor de profesores que se esfuerzan por enseñar ética y responsablemente a pesar de no contar con las más mínimas condiciones de calidad. Que sociedad tan pachuca estamos viviendo que desprecia la labor diaria de sus profesores y glorifica los logros ocasionales de sus celebridades, futbolistas y reinas de belleza.


http://www.vanguardia.com.mx/articulo/me-pagan-para-ensenar-no-por-aguantar-carta-de-una-maestra-harta-se-hace-viral

Vayan por delante dos premisas:
1ª: No tengo nada en contra del Equipo directivo. Esto que voy a decir a continuación no es producto de una situación puntual que deba resolverse con una modificación del Plan de Centro ni nada parecido. Sí quiero que conste en acta.
2ª: Esto que voy a hacer ahora se llama arenga: discurso militar para enardecer a las tropas antes de entrar a la batalla.
¡Ya estoy harta!
Ya está bien señores, de seguir aguantando.
Yo no estoy aquí para aguantar, y utilizo las palabras textuales que un padre me dijo por teléfono cuando lo llamé para que corrigiera la actitud de su hija, que no me dejaba hacer mi trabajo.
A mí, que yo sepa, me pagan para enseñar, no por aguantar.
Harta de la sociedad, que encumbra a seres que presumen de su ignorancia, que valora a un futbolista o a un 'nini' más que a una persona con estudios, respetuosa y educada. De los programas de televisión, que presentan como modélicos a aquellos que sin estudios y sin sacrificio alguno se han colocado ganando un sueldazo por criticar, acostarse con, comprar en…
Estoy harta de aguantar la mala educación con la que llegan, cada vez en mayor porcentaje, los niños al Instituto. La falta de consideración, no digo ya de respeto, hacia mi persona cuando entro en las clases, que parece como si entrara el viento por la ventana.
Harta del proteccionismo de los padres, que quieren que sus hijos aprueben sin esfuerzo y sin sufrir, sin traumas…De la falta de valoración del esfuerzo que sí hacemos nosotros.
Harta de la Administración, que cambia las leyes y la normativa que rige en mi trabajo sin preguntarme qué opino y sin darme formación para hacer bien mi nuevo trabajo. Que me coloca dos horas más en el horario lectivo y me explota laboralmente, porque yo, en los últimos años, lo único que hago es trabajar, trabajar como una posesa. Ya, hasta mis hijos me lo dicen.
Ahora dicen que nos van a devolver esas horas, ¿sabéis donde nos la van a devolver? En el horario irregular que dedicamos en casa, el que nadie ve. Yo tardo cinco horas en corregir 30 exámenes de 1º de Bachillerato, entonces ¿ya esa semana no doy ni una hora más en casa, no? Ya no programo, no preparo mis exámenes, no me actualizo para utilizar la Tablet (que me he comprado de mi bolsillo para trabajar mejor), ni para saber utilizar la plataforma digital del Centro, no relleno informes de faltas, no redacto actas…y un largo etcétera de tareas invisibles.
El colmo es que algunos de nosotros nos hemos planteado pedir reducción de jornada, cobrando menos, para hacer bien nuestro trabajo. Pero, ¿adónde vamos a llegar? ¿En qué trabajo se hace eso? ¿Dónde se ha visto renunciar a tu salario para dormir con la conciencia tranquila? Esto no pasa en ningún lado.
Y encima de todo hay que aguantar "¡Qué bien viven los maestros!" Porque para la sociedad somos unos privilegiados que "no damos un palo al agua".
Las 67 propuestas de mejora de la Educación famosas no vienen sino a machacarnos todavía más. ¿Qué vamos a hacer cuando a un alumno no lo podamos expulsar unos días por mal comportamiento? Además, tampoco está bien visto que lo pongamos a barrer o hacer tareas para la comunidad…el padre no quiere que humillemos a su hijo. Pues yo creo que debemos imbuirnos de la gracia del Juez Calatayud. Autoridad somos igual que él. Ejerzamos nuestra autoridad, es lo único que la ley nos reconoce, hagámosla efectiva.
Tenemos que hacernos oír, actuar como colectivo, no irnos quejando por los rincones, a escondidas, que parece que nos da vergüenza. Así no se nos oye fuera. Gritemos nuestro inconformismo, no podemos seguir así, exijamos nuestros derechos como trabajadores, que parece que todo el mundo tiene derechos menos nosotros.
Enseñamos a nuestros alumnos por ser críticos, mentes libre pensadoras que puedan elegir y discriminar lo que les conviene de lo que no, y nosotros somos los primeros aborregados, no hacemos nada, seguimos agachando la testuz para que el yugo nos caiga con más fuerza.
Yo así no aguanto más, vosotros haced lo que queráis. Llevo 19 años en la docencia, tengo 45, a lo mejor es mi crisis de la mediana edad…pero, si algo me han dado los años es valor, no tengo miedo, y, como me aprieten más el tornillo, saltaré como un resorte. Solo quiero avisar: de aquí en adelante no pienso quedarme callada 'por educación'. Contestaré en el mismo tono y con la misma contundencia que se me trate.

A mí me gusta enseñar y transmitir. Me gusta el trato con los alumnos, los quiero y ánimo. Me considero un motor social de cambio, una fuerza generatriz. No soy un burro de carga dispuesto a aguantar hasta que reviente.