EL MAESTRO
Nací en el instante en que surgió una pregunta de la boca de un niño. He sido muchas personas en muchos lugares. Soy Sócrates animando a los jóvenes de Atenas a descubrir nuevas ideas a través de las preguntas. Soy Anne Sullivan horadando los secretos del universo para ponerlos en la mano extendida de Helen Keller. Soy Aesop y Hans Christian Andersen revelando la verdad por medio de innumerables narraciones. Soy Marva Collins peleando por el derecho de todos los niños a la educación. Soy Mary McCleod Bethune edificando una gran universidad para mi pueblo, usando cajones vacíos de naranjas como pupitres. Soy Bel Kaufman luchando para ir en contra de la corriente. Los nombres de quienes practicaron mi profesión han ganado el reconocimiento de la humanidad… Booker T. Washington, Buda, Confusio, Ralph Waldo Emerson, Leo Buscaglia, Moisés y Jesús. Soy también aquellos cuyos nombres y rostros se han olvidado hace mucho tiempo, pero cuyas lecciones y carácter se recordarán siempre en los logros de sus alumnos.
He llorado de alegría en las bodas de los antiguos alumnos, he reído con regocijo en el nacimiento de sus hijos, y he permanecido con la cabeza inclinada por el dolor y la confusión en las tumbas cavadas demasiado pronto para cuerpos demasiado jóvenes. En el transcurso de un día se me ha pedido ser actor, amigo, enfermero y médico, entrenador, hallador de objetos perdidos, prestamista, chofer de taxi, psicólogo, padre sustituto, vendedor, político y defensor de la fe. Dejando a un lado los mapas, planos, fórmulas, verbos, historias y libros, no he tenido en realidad nada qué enseñar porque mis estudiantes han aprendido por sí mismos y sé que se necesita el mundo entero para decirte quién eres.
Soy una paradoja. Hablo más alto cuando escucho más. Mis más grandes regalos son lo que quiero recibir, agradecidamente, de mis alumnos. La riqueza material no es una de mis metas, pero soy un buscador de tesoros de tiempo completo, en mi búsqueda de nuevas oportunidades para que mis estudiantes puedan usar sus talentos, en mi constante búsqueda de esos talentos que a veces yacen enterrados en la autoderrota.
Soy el más afortunado de todos quienes trabajan. A un médico se le permite traer una vida en un momento mágico. A mí se me permite que esa vida renazca día a a día con nuevas preguntas, ideas y amistades. Un arquitecto sabe que si construye con cuidado, su estructura puede permanecer por siglos. Un maestro sabe que si construye con amor y verdad, lo que construya durará para siempre. Soy un guerrero que batalla diariamente contra la presión de los amigos, de la negatividad, del temor, de la conformidad, de los prejuicios, de la ignorancia y de la apatía. Pero tengo grandes aliados: la inteligencia, la curiosidad, el apoyo de los padres, la individualidad, la creatividad, la fe, el amor y la risa, todos ellos me ayudan a levantar mi bandera con su apoyo insuperable.
Y de esa manera tengo un pasado rico en recuerdos. Tengo un presente desafiante lleno de aventuras y entretenimiento, porque se me permite emplear mis días en el futuro. Soy un maestro… y doy gracias a Dios por eso todos los días.
Autor: -John W. Schlatter-
Monday, April 7, 2014
Pisa, un llamado de atención
Qué hay que cambiar para que nuestra educación esté entre las mejores
Pruebas Pisa confirmaron graves problemas del sistema educativo en Colombia.
Redacción Vida de Hoy
Wednesday, April 2, 2014
¿Para qué el inglés si todavía ni entienden español? Por Julián De Zubiría Samper
Julián De Zubiría, Fundador y Director del Instituto Alberto Merani, cuestiona la ley de bilingüismo del Ministerio de Educación Nacional.
Existe un consenso casi generalizado en la población colombiana sobre la conveniencia de adoptar el bilingüismo como política pública en la educación actual. El inglés es una lengua universal y no hablarla, escribirla, entenderla y leerla –señala la mayoría de sus paladines– deja a los trabajadores en una situación de clara desventaja frente a quienes logran su dominio. De allí –sostienen– que es indispensable que un trabajador que aspire a ascender, viajar y proyectarse nacional e internacionalmente domine esa lengua a un nivel competitivo.
Por el contrario, el 82 por ciento de los estudiantes colombianos de este grupo etáreo está en el nivel 2 o en un nivel inferior a éste. Lo anterior quiere decir que, después de diez años de escolaridad, hay un retraso generalizado en el país en la comprensión lectora alcanzada por niños y jóvenes.
Los resultados obtenidos por nuestros estudiantes en pensamiento y lenguaje en las pruebas nacionales muestran un panorama aun más grave. La mayoría de ellos tiene serias debilidades para interpretar, argumentar y deducir, según se desprende de los resultados de las pruebas Saber Once.
Es así como para los egresados de la educación media de 2013, menos del 1 por ciento llega, en lenguaje, a un nivel alto en argumentación y menos del 2 por ciento alcanza ese nivel en competencias propositivas o interpretativas. ¡Peor panorama no sería posible!
A nivel valorativo, los seguimientos, estudios e investigaciones no dejan de preocupar. Es así como cerca del 60 por ciento de los estudiantes de 5º y 9º grado expresaron en las pruebas de competencias ciudadanas que no sienten pesar cuando han tratado mal a otras personas.
Así mismo, y según los estudios de cultura ciudadana dirigidos por Mockus, el 35% de los estudiantes bogotanos evaluados se podía clasificar como anómicos, es decir, como individuos que privilegian el beneficio propio a costa del bien y el espacio común.
Para el año 2014 tendremos información general del país respecto al nivel alcanzado en competencias ciudadanas dado que el ICFES las incluyó por primera vez como área a evaluar, pero de antemano podemos prever que posiblemente los resultados ratifiquen los problemas ya previamente detectados en las diversas pruebas realizadas hasta el momento.
¿Cuáles son los más pertinentes para la sociedad, para la región y para los individuos? Por ello, cabe preguntarnos si será que, con los resultados anteriormente expresados, el MEN acertó al elegir como una de las prioridades educativas del país alcanzar mayores niveles de dominio en una segunda lengua.
¿Qué sentido tiene que adoptemos la enseñanza obligatoria de una segunda lengua cuando en la primera no se obtienen los mínimos niveles de comprensión lectora y cuando tampoco se alcanzan los mínimos en desarrollo del pensamiento y en competencias éticas?
Diez años después de adoptado el bilingüismo, el resultado no puede ser más desfavorable. Como las horas de inglés hay que sacarlas de algún lado, en la práctica se han reducido las de lenguaje. Y llevamos diez años seguidos en que los resultados de lenguaje, que ya eran bastante bajos en el 2004, han mostrado una tendencia a la caída.
En los colegios del calendario A, los resultados de lenguaje del 2012 son inferiores a los obtenidos en todos los años del periodo entre el 2000 y 2004, ¡cuando no se había adoptado el bilingüismo!
Aprehender una lengua es aprender una lógica, una manera de pensar y de organizar el pensamiento. De lo que se deriva que mientras no se trabaje adecuadamente la relación pensamiento-lenguaje serán insuficientes todos los esfuerzos que se realicen para que los estudiantes aprehendan una segunda lengua.
Ojalá el país y el MEN entiendan que la prioridad del país, por ahora, no podrá ser que los jóvenes hablen una segunda lengua. La prioridad educativa del país es garantizar que los niños en los colegios aprehendan a pensar, interpretar y convivir. Y cuando logremos los niveles de argumentación, interpretación y deducción en español, podremos pensar en buscarlos en una segunda lengua. Los resultados no admiten duda, como no la admite la tesis que don Agustín Nieto Caballero formuló en 1956:
“Una escuela que no educa con miras al fortalecimiento de la personalidad y al despertar de la conciencia ciudadana, es una escuela que traiciona su misión.”
En Colombia, hasta ahora, la mayoría de escuelas ha traicionado su misión.
El poder de los bilingües
APRENDIZAJEEstudios recientes demuestran que aprender dos idiomas, además de ser una gran ventaja en el mundo globalizado, estimula el cerebro, mejora la concentración y retrasa la aparición de enfermedades como el alzheimer.
Para los papás suele ser difícil dejar a sus hijos en el jardín el primer día de clases, pero para los padres de Sofía, de nacionalidad alemana, fue aún más traumático no solo porque era la primera vez que su pequeña, de 3 años, iba a estar lejos de sus brazos. Ellos tenían otra preocupación adicional, pues la niña iba a entrar en contacto con una lengua que jamás había escuchado: el español. Temían que no se adaptara, que sus compañeros la rechazaran o que tuviera bajo rendimiento académico. Por eso, un mes más tarde, cuando comenzó a construir frases confusas que mezclaban los dos idiomas, se alarmaron. Lo que no sabían es que esto, lejos de ser un problema, era una oportunidad para Sofía.
Si bien es cierto que en los niños expuestos a dos idiomas el aprendizaje se vuelve más lento, esto representa una gran ventaja porque se fortalecen las habilidades cognitivas y el rendimiento escolar mejora, según estudios recientes. Al contrario de lo que pensaron por años profesores y padres de familia, este conflicto entre dos lenguas no entorpece el desarrollo intelectual de los niños, sino que los convierte en verdaderos atletas mentales. Es una especie de gimnasia para el cerebro que potencia sus capacidades. “Los bilingües manejan procesos mentales mucho más elaborados y se desenvuelven con mayor facilidad en varias áreas”, dijo a SEMANA Nohora Byrne, directora del Departamento de Lenguas y Culturas de la Universidad de la Sabana. Y es que el bilingüismo es tan efectivo para fortalecer la mente que retrasa la llegada de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer y la demencia.
El más reciente trabajo científico, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, señala que la función ejecutiva del cerebro, que permite planear y priorizar actividades y eliminar las distracciones, es usada regularmente por los bilingües. Si ese proceso de aprendizaje comienza a temprana edad, los beneficios son aún más grandes. De hecho, se estima que los recién nacidos empiezan a adquirir el lenguaje a los cuatro días.
Ágnes Melinda Kovács y Jacques Mehler, dos neurolingüistas de la Escuela Internacional de Estudios Avanzados de Trieste, en Italia, realizaron esta investigación con 40 bebés de 7 meses, la mitad de los cuales se criaron en un hogar bilingüe. Al finalizar las pruebas, los investigadores concluyeron que estos se concentran con mayor facilidad y tienen la habilidad de coordinar y entender ambos lenguajes de la misma forma en que una persona debe monitorear varios espejos y maniobrar el timón al conducir un vehículo.
Las personas bilingües no son superiores o más inteligentes que los demás. De hecho, Bill Gates solo habla inglés y eso le ha bastado para revolucionar el mundo de la informática. Según explican los expertos, los bilingües simplemente desarrollan habilidades para hacer varias tareas al mismo tiempo y, de esa forma, se vuelven más ágiles y prácticos. Gracias a los escaneos de la actividad neurológica, los científicos han evidenciado que en quienes hablan dos idiomas se activan más zonas del cerebro, incluso las que no están relacionadas con el lenguaje, y tienen más conexiones neuronales que los monolingües. Por eso pueden blindarse y retardar las enfermedades mentales que llegan con la tercera edad.
Psicólogos de la Universidad de York, en Toronto, evaluaron a 450 pacientes con alzheimer y confirmaron lo anterior. Encontraron que los síntomas de este mal aparecieron cinco años después en los que hablaban dos idiomas. Ellen Bialystok, autora del trabajo, explicó que el bilingüismo no evita la enfermedad, pero sí frena el proceso degenerativo. Al parecer quienes hablan dos lenguas piensan al mismo tiempo en cada una de ellas y están en capacidad de saltar de una a otra en cualquier momento, según el contexto, lo que reduce el riesgo de que pierdan la memoria.
Aunque lo ideal es adquirir una segunda lengua desde la infancia, los científicos coinciden en que estas ventajas también pueden obtenerse cuando se aprende en la adultez. Al fin de cuentas, nunca es tarde para entrenar al cerebro y, como se acaba de demostrar, no hay mejor gimnasio mental que los idiomas.
Tomado de Revista Semana, marzo 24 de 2012. http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/el-poder-bilinges/255433-3